"Quien Como Dios" , Ap.12:7,9
Yo soy Miguel, "El Ángel Gabriel le dice a Daniel, cuando éste le pide a Dios que permita a los Judíos volver a jerusalén: El Príncipe del reino de Persia me ha hecho resistencia durante 21 dias, pero Miguel, uno de los Primeros Príncipes, ha venido en mi ayuda" . Daniel 10,13
El Ángel hablando del fin del mundo y el anticristo dice:
En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran Príncipe que defiende a los hijos de tu pueblo". Daniel 12.1
El Arcángel Miguel actúa cuando se trata de una intervención que requiere un poder especial: "Entonces se entablo una batalla en el cielo, Miguel y sus ángeles combatierón con la serpiente. también la serpiente y sus ángeles combatierón, pero no prevalecierón y no hubo ya en el cielo lugar para ellos" Apoc. 12,7-8
San Miguel es uno de los principales ángeles, su nombre era el grito de guerra de los ángeles buenos en la batalla emprendida en el cielo contra en enemigo y sus seguidores. Su nombre se encuentra cuatro veces en la escritura.
En la epístola católica de San Judas 1,9: " En cambio el Arcángel Miguel, cuando altercaba con el diablo disputandose el cuerpo de Moisés, no se atrevió a pronunciar el juicio injurioso , si no que dijo: "Que te castigue el Señor". San Judas alude a la antigua tradición judía de una disputa entre San Miguel y Satán sobre el cuerpo de Moisés , lo cual también se puede encontrar en el libro apócrifo de la asunción de Moisés, sin embargo Satanás al destaparla, trato de seducir al pueblo judío al pecado de la adoración heroica. San Miguel también resguarda el cuerpo de Eva, deacuerdo a la "Revelación de Moisés"
Oración a San Miguel Arcángel
Oh Glorioso San Miguel Arcángel, príncipe y caudillo de los ejercidos celestiales, custodio y defensor de las almas, guarda de la Iglesia, vencedor, terror y espanto de los rebeldes espíritus infernales. Humildemente te rogamos, te dignes librar de todo mal a los que a ti acudimos con confianza, que tu favor nos ampare, tu fortaleza nos defienda y que mediante tu incomparable protección adelantemos cada vez más en el servicio del Señor, que tu virtud nos esfuerce todos los días de nuestra vida, especialmente en el trance de la muerte, para que defendidos por tu poder del infernal dragón y de todas sus asechanzas, cuando salgamos de este mundo seamos presentados por ti, libres de toda culpa, ante la divina majestad. Amén
Encender una vela blanca o azúl